domingo, 1 de febrero de 2009

Perro Astuto

Un tipo va al África y, para no sentirse tan solo, decide llevar a su perro. El primer día del safari, el animal, muy contento, se pone a corretear mariposas y cuando menos se lo esperó ya se había separado del grupo.El can, desesperado, empezó a buscarlos cuando, en eso, ve que una pantera muy enfurecida se dirigía hacia él dispuesto a comérselo.Asustado, rápidamente piensa qué hacer; ve unos huesos que estaban junto a él y los empieza a morder. Justo cuando la pantera lo iba a atacar, el perro exclama:"¡Mmmmmm, qué rica pantera me acabo de comer!"La pantera, al escuchar eso, se frena con estruendo y huye muy asustada mascullando:"¡Pinche perro, por poco y me come a mí también!"Pero arriba de un árbol, estaba un chango que vio todo lo que había pasado. Éste se baja muy rápido y va tras la pantera para chismearle todo lo que vio. Al escuchar aquello, la pantera, muy enojada, le ordena al mono:"Súbete, vamos con ese maldito perro para ver quién se come a quién".El sabueso se da cuenta que la pantera viene, con el simio trepado, dispuesta a todo. En un instante, el perro adivina que el chango fue con el chisme pero en lugar de correr, se da la vuelta como si no hubiera visto nada. Cuando la pantera ya lo iba a atacar, el perro se queja:"¡Pinche chango, ya tiene como media hora que lo mandé por otra pantera y el cabrón todavía no regresa!"

jueves, 8 de enero de 2009

LIGANDO EN UN RESTAURANTE

Un hombre entra a su restaurante favorito, y se sienta en la mesa de siempre. Da una mirada a su alrededor y descubre a una hermosa mujer en una mesa cercana. Estaba completamente sola.El tipo llama al mozo y le indica que lleve a la mujer una botella del vino más caro que tengan, adivinando que si la mujer acepta la botella se rendirá a sus pies.

El mozo lleva la botella a la mesa de la mujer:

- Esto es de parte del caballero de aquella mesa -dice, señalando al hombre.

La mujer mira la botella con frialdad durante un segundo, y decide enviarle una nota al hombre. Se la da al mozo, y el mozo la entrega al destinatario. La nota decía:

"Para que yo acepte esta botella, Ud. debería tener un Mercedes en su garaje, un millón de Dolares en el Banco y 20 cm. en sus pantalones".

Después de leer la nota, el hombre decide contestar. Le da una nota al mozo para que la entregue a la mujer. La nota decía:

"Para deleitar su petición, podría vender mi Ferrari Modena 360 y mi BMW 850 iL y quedarme sólo con el Mercedes 600 SEL en mi garaje. Podría también invertir o donar doce de los trece millones de Dolares de mi cuenta. Pero... ¡Ni por una mujer tan bella como Ud. me cortaría cinco centímetros!!

P.D: Envíeme la botella de vuelta".

lunes, 29 de diciembre de 2008

Si amas a alguien...

"Si amas a alguien, déjalo ir;
si vuelve, es tuyo,
si no... nunca lo fue."

· Versión Pesimista:
"si amas a alguien, déjalo ir, si como era de esperarse, no vuelve, nunca fue tuyo."
· Versión Optimista:
"si amas a alguien, déjalo ir, y no te preocupes que seguramente volverá."
· Versión Desconfiada:
"si amas a alguien, déjalo ir, si acaso vuelve, pregúntale por que volvió."
· Versión Impaciente:
"si amas a alguien, déjalo ir, si no vuelve en las próximas dos horas, llama a la policía."
· Versión Paciente:
"si amas a alguien, déjalo ir, si no vuelve, ponte cómodo y sigue esperando hasta la eternidad, que algún día volverá."
· Versión Juguetón:
"si amas a alguien, déjalo ir, si vuelve y todavía lo amas déjalo ir otra vez, y así sucesivamente."
· Versión Vengativa:
"si amas a alguien, déjalo ir, si no vuelve, sal a buscarlo y pégale un tiro."
· Versión del Abogado:
"si amas a alguien, déjalo ir, y busca en el código civil la parte que habla del abandono de hogar por parte de un cónyuge."
· Versión Estadística:
"si amas a alguien, déjalo ir, si el te quiere, las probabilidades que vuelva son de un 86,5 %, si no te quiere, tus relaciones con él caen en el campo de lo improbable, con un margen de error de un 3%."
· Versión del Psicoanalista:
"si amas a alguien, déjalo ir, si vuelve es porque tu ego es muy dominante, si no se quiere ir debe estar muy loco."
· Versión del Sonámbulo:
"si amas a alguien, déjalo ir, si vuelve es una pesadilla, si no vuelve, debes estar soñando."
· Versión del Mercadologo:
"si amas a alguien, déjalo ir, si vuelve, es una persona leal a su marca, si no vuelve, es hora de hacer un re-lanzamiento en un nuevo mercado.
· Versión Posesiva:
"si amas a alguien, no lo dejes ir."

Razonamiento Deductivo

1.- Dios es amor.
El amor es ciego.
Steve Wonder es ciego.
Conclusión: Steve Wonder es Dios.

2.- Me dijeron que Yo soy nadie.
Nadie es perfecto.
Luego, yo soy perfecto.
Pero, solo Dios es perfecto.
Por lo tanto, Yo soy Dios.
Si Steve Wonder es Dios
Yo soy Steve Wonder !!!
Conclusión: ¡¡Mierda !!! Soy ciego !!!

¿Matrimonio? ¡JA!

1. El primer año es el más difícil, los demás son imposibles. [Isidoro Loi]
2. No te cases por dinero, puedes conseguir un préstamo más barato. [Proverbio Escocés]
3. Cuando una pareja de recién casados sonríe, todo el mundo sabe por qué. [Anónimo]
4. Cuando una pareja de diez años de casados sonríe, todo el mundo se pregunta por qué. [Anónimo]
5. El amor es ciego, pero el matrimonio le devuelve la vista. [Refrán Normando]
6. Cuando un hombre le abre la puerta del coche a su esposa, usted puede estar seguro de una cosa o el auto es nuevo, o la esposa es nueva. [Anónimo]
7. Casarse por segunda vez... es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia. [Samuel Johhnson]
8. En la antigüedad, los sacrificios se hacían ante el altar. Actualmente esa costumbre perdura. [Helen Rowland]
9. Estoy enamorado de la misma mujer desde hace 40 años... si mi esposa se entera me mata. [Henny Youngman]
10. Los solteros deberían pagar más impuestos; no es justo que algunos hombres sean más felices que otros. [Oscar Wilde]

sábado, 20 de diciembre de 2008

Origen Curioso de Algunas Palabras


FUCK
En la antigua Inglaterra la gente no podía tener sexo sin contar con el consentimiento del Rey (a menos que se tratara de un miembro de la familia real). Cuando la gente quería tener un hijo debían solicitar un permiso al monarca, quien les entregaba una placa que debían colgar afuera de su puerta mientras tenían relaciones.La placa decía “Fornication Under Consent of the King” (F.U.C.K.). Ese es el origen de tan famosa palabrita.
OK
Durante la guerra de secesión, cuando regresaban las tropas a sus cuarteles sin tener ninguna baja, ponían en una gran pizarra “0 Killed” (cero muertos). De ahí proviene la expresión “O.K.” para decir que todo esta bien.
PEPE
En los conventos, durante la lectura de las Sagradas Escrituras al referirse a San José, decían siempre “Pater Putatibus” y por simplificar “P.P.”. Así nació el llamar “Pepe” a los José.
CANGURO
Cuando los conquistadores ingleses llegaron a Australia, se asombraron al ver unos extraños animales que daban saltos increíbles.Inmediatamente llamaron a un nativo (los indígenas australianos eran extremadamente pacíficos) y les intentaron preguntar mediante señas. Al notar que el indio siempre decía “Kan Ghu Ru” adoptaron el vocablo ingles “kangaroo” (canguro). Los lingüistas determinaron tiempo después el significado, el cual era muy claro, los indígenas querían decir “No le entiendo”.
YUCATAN
La zona de México conocida como Yucatán viene de la conquista cuando un español le pregunto a un indígena como llamaban ellos a ese lugar. El indio le dijo: “yucatán”. Lo que el español no sabía era que le estaba contestando: “no soy de aquí”.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Navidad en México

En México, la Navidad es padrísima: la gente cena con su familia, todos se saludan, en los mercados venden artesanías, regalos, comida, piñatas, etc. Cierran calles aledañas para poner sus puestos.
Tomamos ponche sin alcohol preparado con frutas de la temporada (caña, naranja, lima, tejocotes, guayaba, tamarindo).
Las Posadas
La Posada es una especie de representación de lo que pasaron la Virgen y José para que les dieran posada y dar a luz al Niño Jesús.
Así que un grupo de gente va caminando de casa en casa cantando algo como esto:
"En el nombre del cielo,os pido posada..."
Hasta que llegan a la casa en que se va a dar el festín y los aceptan, empezando las piñatas, comida, musica, juegos etc.
En cualquier lugar a donde vas hay una y por tradición le toca una a cada integrante de una familia.
El origen de las posadas parece hallarse en el convento de San Agustín de Acolman, en donde los monjes agustinos aprovechaban la coincidencia de las fechas cristianas y las de los ritos de los aztecas, quienes festejaban el nacimiento de su máxima deidad, el dios Huitzilopochtli.
Las Piñatas
Otro elemento fundamental es la piñata que, junto con el canto de la letanía, los juegos tradicionales, los dulces y las bebidas propias de la época aglutinan las enseñanzas introducidas por los evangelizadores en la Nueva España en la segunda mitad del siglo XVI.
Las piñatas tienen su origen en la época colonial mexicana cuando los frailes franciscanos buscaban sustituir las fiestas paganas. La piñata representa el pecado, puesto que siempre la piñata es colorida y bonita, así se nos presenta el pecado en el mundo como algo atractivo. A la piñata hay que pegarle con un palo que significa la fuerza que Dios nos da en su evangelio para luchar contra el pecado, la persona que le pega a la piñata tiene los ojos vendados y por lo tanto debe adivinar donde está la piñata, lo cual significa que en el mundo vamos a "ciegas" contra el pecado. Al momento que se rompe la piñata, caen dulces y frutas que están dentro de ella, simbolizando los premiosy bendiciones que Dios nos da al vencer el pecado.
Los Aguinaldos
Tambien están los aguinaldos que se reparten en las posadas y tambien en Noche Buena. Se preparan con dulces de la temporada (colación), nueces, piñones, tejocotes, cacahuates y algunas veces galletas y se reparten a todos los participantes.
Arrullo del niño Jesús y peticiones 24 y 25 de diciembre
Pero lo más bonito es el 24 de diciembre, ya que la primera posada es el 16 de diciembre y la última el 24 antes de las 11:30pm. Cuando dan las 12 campanadas el 24 arrullamos al Niño Dios.
Antes de la cena de Navidad se arrulla al niño Jesús y se le cantan villancicos. Los niños tocan campanitas y se prenden luces de bengala. En ese momento, cada miembro de la familia, hace una petición, ya sea en silencio o en voz alta y posteriormente se dan los abrazos y si hay regalos también.
El siguiente dia tambien es padrísimo porque todas las familias se visitan y se cambian los respectivos platillos que les llamamos recalentados.

jueves, 27 de noviembre de 2008

El Pozo del Desierto

Es una leyenda antigua contada por los monjes del desierto. En los confines de Tebaida, dice la leyenda, había un pozo que apagaba la sed de todos los peregrinos que pasaban por allí. Lo más curioso de ese pozo era que el que bebía de su agua no volvía a tener sed. El problema era que nadie sabía exactamente dónde estaba el pozo.
No obstante, un día, un investigador de los archivos monásticos encontró, entre muchas cosas, un mapa antiguo que hablaba de ese pozo y lo localizaba. Sin contárselo a nadie, el investigador escondió el mapa para que nadie más supiera de su existencia y se puso a caminar, desierto adentro, a la búsqueda del pozo. Pero pasaron los días… y el hombre nunca más volvió. ¿Qué habría acontecido?
Algunos años más tarde, otro sabio encontró por azar el mapa escondido, y también él lo escondió de nuevo, y se aventuró solo a la búsqueda del deseado pozo. Pero tampoco él volvió jamás. Y una vez más la historia del pozo que apagaba la sed de todo el mundo cayó en el olvido.
Dice la leyenda que la historia se repitió varias veces, hasta que el mapa fue a caer en las manos de un pobre trabajador. Sorprendido con la novedad, en vez de esconder el mapa, habló de él a toda la gente y del pozo escondido que apagaba la sed. La novedad era tan grande que las personas no se lo creían. ¿Un pozo que apaga la sed? ¿Quién se lo va a creer?
No obstante, un pequeño grupo estudió cuidadosamente el mapa y llegó a la conclusión de que el mapa parecía autentico. Y si el mapa era verdadero, ¿por qué no podía ser verdadero el pozo? Se juntaron en un grupo y decidieron ir a la búsqueda del pozo. Se prepararon para el viaje y, un buen día, se pusieron en camino desierto adentro. El viaje fue duro y difícil, pues el sol del desierto no perdonaba. Pero como iban en grupo, se ayudaban los unos a los otros compartiendo la poca agua que llevaban.
Después de largos días de viaje, cuando el desierto parecía no tener fin, avistaron el pozo. Era verdad: el pozo no era un espejismo. Pero, ante el asombro de todos, vieron junto al pozo centenares de esqueletos humanos. Se acercaron, miraron dentro del pozo y vieron que no se habían equivocado: abajo el agua brillaba. El problema era que no tenían con que sacar el agua. Por eso, todos los que antes habían buscado el pozo solos habían muerto de sed. Entonces el grupo se sentó a reflexionar sobre cómo sacar el agua del pozo. No tenían ni cuerda ni cubo y el pozo era profundo. Entonces, con las ropas que tenían hicieron una cuerda larga, ataron en la punta un botijo y lo llevaron al fondo del pozo. Y todos pudieron beber del agua del pozo. La verdad era que, después de beber, nunca más tuvieron sed.
Cuando nosotros damos las manos, unimos las fuerzas y creamos comunidad, no hay fuente que no podamos alcanzar ni sed que no se pueda matar.

jueves, 20 de noviembre de 2008

¿Qué Está Leyendo?

Por Onofre Castells

Mi mirada se alza fugazmente por encima del libro para contemplar el paso del tiempo que se deja ver en estas calles de la ciudad Condal. Sólo durante unos breves instantes soy capaz de apartar la vista de las hojas que leo repetitivamente sin cesar. Hace ya mucho tiempo, más de diez años, que soy prisionero de este libro que me obliga a deambular sin pausa por estas calles de Barcelona. Nunca me detengo, no siento hambre ni sed, el cansancio físico ahora sólo es un vago recuerdo. Día tras día recorro las mismas calles, guiado por la fuerza maléfica que emana de este libro.
Mi recorrido empieza en una plaza de forma triangular, la plaza Urquinaona. Entonces desde ésta, enfilando la ronda Sant Pere, me planto en el paseo Lluís Companys. Dejo atrás las farolas modernistas que flanquean el paseo dedicado a la memoria del Presidente fusilado, y entonces, desde el paseo de Pujades, con el parque de la Ciutadella a mi izquierda, me dirijo a la calle Comerç.
Una vez en esta calle, mis pasos se dirigen de nuevo al Paseo Lluís Companys, y vuelvo por donde vine a la Plaza Urquinaona.
Día y noche, año tras año, sin interrupción realizo el mismo itinerario. Estoy preso en estas calles y sometido a los misteriosos designios del libro que me acompaña en este deambular perpetuo.
Ando y leo contra mis deseos, mi voluntad ha sido aplacada por la oscura fuerza que proviene de este libro. No puedo hablar ni gritar, ni tampoco pedir auxilio a las personas que se cruzan en mi camino. Nadie ha intentado detenerme en todo este tiempo, sólo algún turista despistado me ha dirigido la palabra para preguntarme por alguna calle o algún lugar conocido, pero me ha sido imposible responder, soy un prisionero sin derecho a hablar con nadie.
La gélida lluvia cae esta noche sobre la ciudad condal al mismo tiempo que vago bajo la mortecina luz de las farolas modernistas con mi cuerpo empapado. Y pese a esta lluvia, el libro permanece seco, cómo si estuviera protegido por una fantasmal e invisible mampara. Mi impávido rostro es golpeado por miles de gotas de agua que son empujadas por las fuertes ráfagas de viento que soplan inesperadamente desde cualquier dirección. No importa, sigo leyendo este libro sin cesar mientras continuo mi sempiterno recorrido. Y ahora, cuando vuelvo a llegar a la plaza Urquinaona, me viene a la memoria cómo empezó mi desdicha, hace ya diez años.
Por aquél entonces trabajaba en una oficina de la Ronda de Sant Pere. En mis idas y venidas de la oficina, empecé a fijarme en un tipo flaco que veía frecuentemente por la calle con un libro en la mano. El hombre con la mirada pegada al libro siempre vestía un traje oscuro y unos zapatos negros e impolutos. Pasaban los meses y no había día que fuera a trabajar y que no viera al misterioso tipo. Me parecía muy extraño y misterioso ver al tipo flaco cada día por la ronda de Sant Pere con su libro en la mano, leyéndolo sin prestar atención a su alrededor.
Fueron pasando los meses, y aquel tipo me traía de cabeza. Bajo un sol inmisericorde de Agosto, al mediodía, el hombre misterioso se cruzó conmigo cuando me dirigía a un restaurante para comer algo. Me detuve y me volví para observar al tipo flaco que se alejaba, preguntándome qué estaría leyendo. Siempre que me cruzaba con él llevaba el mismo libro de tapas rojas con título en negro; Oitcidelam. Indagué esta palabra en Internet, pero los buscadores no me devolvían ninguna referencia respecto a Oitcidelam. Realmente estaba intrigado, me preguntaba que debía estar leyendo. Cada día que pasaba se acrecentaba mi deseo de averiguarlo. Era una mañana otoñal con el cielo azul y cristalino cuando observé al tipo flaco acercarse a mí leyendo el misterioso libro.
Tragué saliva y esperé a que el hombre vestido de negro llegara a mi altura.–Buenos días, permítame una pregunta –Dije cuando ya lo tenía frente a mí.
El tipo me miró fugazmente con sus ojos oscuros e inescrutables y continuó su marcha sin decirme nada. Su mirada me impresionó, provocándome una inmensa tristeza. Me volví y corrí tras él.
–Perdone que le moleste, por curiosidad… ¿Qué está leyendo? –Pregunté cuando ya casi alcanzaba al tipo flaco en la plaza Urquinaona.
El hombre vestido de negro se detuvo y se volvió exhibiendo una sonrisa canina al mismo tiempo que me observaba con sus ojos insondables. Me quedé petrificado ante aquélla mirada y fue entonces cuando el tipo se desvaneció frente a mí mientras el libro de tapas rojas caía al suelo. Impresionado y sin saber que había sucedido, recogí el libro. Miré la tapa frontal y el título Oitcidelam desapareció lentamente al mismo tiempo que surgía un nuevo título: Maledictio. Aterrorizado ante la lectura del nuevo título, sentí una fuerza fría y brutal que me transmitía el libro que asía con mis manos. Pude observar cómo mi vestimenta había cambiado, ahora vestía cómo el tipo flaco. Quise soltar el maléfico libro, pero éste me dominó y me obligó a caminar por la ronda de Sant Pere haciéndome leer su primera hoja.
Soy prisionero de una maldición y vago por las calles de esta ciudad, día y noche. Soy un alma en pena que sólo espera liberarse de este maleficio por medio de una pregunta que alguien tiene que formularme en la plaza Urquinaona: “¿Qué está leyendo?”

Armando Téllez Figueroa. Con la tecnología de Blogger.